Antiguamente los niños de la ciudad china de Jingdezhen llevaban un ladrillo caliente en su mochila para soportar los duros inviernos. Eran ladrillos refractarios que se usaban en la multitud de hornos de cerámica que había en la ciudad.
Jingdezhen es conocida como la “capital mundial de la porcelana”, forma parte de una región en China donde se ha producido y exportado alfarería durante más de 1.700 años.
En 2016 se dio los primeros pasos para crear un museo que inmortalizara y documentara el fuerte vínculo de los ciudadanos con su historia industrial y artesanal. El Museo del Horno Imperial de Jingdezhen diseñado por el estudio Zhu-Pei, ha finalizado sus obras hace apenas unos meses.
Es un proyecto que comprende casi una decena de bóvedas de ladrillo inspiradas en las formas y materiales de los hornos tradicionales. Cada una de ellas tiene un tamaño, una longitud y una curvatura diferente.
Son arcos con una estructura de hormigón que se han recubierto con ladrillos reciclados que se mezclan con otros nuevos para fusionar conceptualmente el pasado con el presente. Material reciclado de los antiguos horno que ha sido reutiliazado.
El reciclaje de ladrillos de los hornos es una práctica tradicional en Jingdezhen, ya que cada cierto número de años, las propiedades refractarias de los ladrillos pierden sus propiedades y hay que reemplazarlos. Por eso, este material de desecho ha sido reutilizado a lo largo de cientos de años para otro tipo de construcciones en la ciudad.
El Museo del Horno Imperial de Jingdezhen tiene dos niveles: Una zona de espacios abiertos en los que se disponen los arcos que sirven para proteger a los visitantes de la lluvia y el sol. Son arcos que rodean las ruinas de los hornos milenarios. En otro nivel subterráneo se alojan las salas de exposiciones, cafetería y otros espacios del museo. Una planta baja que se ilumina con luz natural durante el día a través de patios hundidos y tragaluces.
El proposito del estudio Zhu-Pei es que “los visitantes puedan tener una experiencia sensorial de 360 grados a través del contacto repetido entre el exterior y el interior que estimula el tacto, el olfato, el oído y la vista y los transporta a una especie de viaje entre el pasado, el presente y la naturaleza.”
Zhu-Pei es un estudio de arquitectura fundado en 2005 en Beijing especializado en proyectos culturales. Tienen una gran experiencia y capacidad para combinar formas, espacio y luz con gran sensibilidad contextual. El estudio tiene una especial habilidad para integrar nuevos proyectos en entornos con vínculo estrecho con lo natural, lo cultural y lo histórico.
